Ella está sentada al final de la barra. Los labios rojos. Tacones altos y el cubata a medio terminar. Ojos verdes. Pupilas rotas.
-Ponme otro. (Que ha vuelto a sonreir por otra.)
Él está sentado en el otro lado de la barra. Barba de tres días. Traje y corbata. Ojos oscuros. Misteriosos.
Se acerca a ella.
-Invito yo.
(...) Y cuando menos te lo esperas llega un capullo que te hace olvidar al capullo anterior.
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