¿Es que no la ves? ¿No ves como agacha la cabeza cuando alguien habla de ti? No, no la ves tronco. No la has visto llorar todas esas noches. No tienes ni puta idea de las horas que ha malgastado pensando en qué hizo mal. Pero la culpa no es de ella tío. La culpa es tuya. Porque tampoco veias como te miraba cuando estabais juntos, no oias como le temblaba la voz cuando te decía que te quería. Tenía miedo ¿sabes? Miedo a que le hicieras daño. Porque no te das cuenta de que todo el mundo decía que tú eras un hijo de puta más, y ella repetía una y otra vez que no, que eras diferente. Y acabó pegándose la hostia de su vida.
17 julio 2013
14 julio 2013
Ninguno como él.
Ha pasado el tiempo. Has borrado todos los mensajes, su número de móvil, las fotos, incluso has dejado de escuchar ciertas canciones solo porque te recordaban a él. Has seguido con tu vida, has salido e incluso has conocido a otros chicos. Has sonreido, has bailado, has hecho el tonto, has ligado, vacilado, te has divertido. Hasta parece que le has superado. Y es entonces, cuando crees que le has olvidado, cuando aparece. Le vuelves a ver, con esa sonrisa que tantos problemas te ha traido. Con esa camiseta que le queda tan jodidamente bien. Sigue oliendo igual. Con solo mirarte te ha descolocado tía. Y de repente te das cuenta de que por mucho tiempo que pase, por mucho que sonrías o por muchos tíos que conozcas el va a seguir liándotela con solo una sonrisa. Porque cuando pienses que es pasado, volverá, te mirará, y a la mierda lo de empezar de cero. Y es que chica, no va a haber otro como él. Saldrás con mil tíos, te sonreiran, incluso te harán feliz, pero ningún otro va a crear ese puto desorden tan jodidamente perfecto. Ninguno va a cambiarte los planes ni a romperte los esquemas. Ninguno como él.
12 julio 2013
No sabes lo que tienes hasta que la ves sonriéndole a otro.
11 julio 2013
Nuestros roces.
Tu mano en mi cintura, la mia revolviéndote el pelo. Tus gilipolleces para hacerme sonreir. Eso quién tío. Esa forma de hacerme temblar quién. El brillo en los ojos. Mi nombre de tu boca. Tu sonrisa a centímetros de la mia. Nuestros vaciles. Rozarnos. Escalofríos. Suspiros. Contar los días, las horas para verte. Impaciente. Por verte, por ti. Por volver a tirarte del pelo, por volver a sentir tu mano sobre mi cintura.
07 julio 2013
Qué veias en mi y por qué ya no lo haces.
Sigue doliendo como el primer día Y no se cuando va a parar. No se como avanzar. No se como olvidarme de ti. No tengo ni puta idea de como hacer que desaparezca ese nudo en la garganta cada vez que te veo con ella. O cada vez que veo tu foto, o escucho una canción. Simplemente cada vez que te recuerdo. Porque tú eres mi puto nudo en la garganta. Y necesito que me enseñes como olvidarme de nosotros, de todo lo que fuimos y de lo que nunca seremos, porque se te da de puta madre. Y es que no entiendo que has hecho con todos los 'te quiero'. Con todos los 'nunca voy a dejarte'. Con eso de 'ni puto caso a la gente, aquí importamos tú y yo. Porque tampoco entiendo que veías en mi, solo se que ojalá siguieras viéndolo.
06 julio 2013
Morderme/te el labio.
Le he vuelto a ver. Tenía esa sonrisa que me gustaba tanto pero esta vez la miraba a ella. Llevaba la camiseta que se puso en nuestra primera cita. Y olía como siempre. Pero ahora era ella la que estaba perdida en su cuello. Era ella por la que sonreía. Y me di cuenta de que la miraba como antes solía mirarme a mi. Que putada eh, yo mordiéndome el labio para aguantar las lágrimas y tú mordiéndoselo a ella.
05 julio 2013
Te quise a pesar de todo y de todos.
Lo siento tío, pero no puedo desearte que seas feliz con ella. Llámame egoísta pero no soporto el hecho de que llames 'fea' a otra. Y me mata ver que es ella la que ha conseguido ser tu 'y yo que no quería novias colega'. Y todo por mi culpa, porque no supe hacerte feliz, porque no te mostré mis sentimientos, supongo que por miedo a que los dañaras. Y ya ves de qué me sirvió. Pero te quise, te quise como ni ella ni ninguna va a hacerlo. Te quise con tus caras largas, tus días malos. Te quise a pesar de todo y de todos. Y lo sigo haciendo, pero creeme que me pesa a mi mucho más de lo que te la suda a ti.
03 julio 2013
Dificil o qué.
Yo quiero un tío que me vacile un poco y luego con un 'no te piques boba, que sabes que te quiero' lo arregle. Un tío con el que hacerme fotos ñoñas. Alguien que me enseñe a jugar a la play, y que sea capaz de tirarse una tarde entera de compras conmigo. Un tío que se ponga celoso y le digas a sus colegas que soy suya. Que no me mande un mensaje de buenas noches, si no que esté ahí para dármelas y que cuando me levante me diga 'buenos días nena' al oido. Alguien que no se vaya cuando las cosas se compliquen, que lo de todo por mi, que me prefiera por encima de cualquier otra. Alguien con quien discutir y arreglarlo sin necesidad de hablar, con un puto beso. Alguien que me quiera hasta con mis caras largas y mis días malos. Dificil o qué.
01 julio 2013
Cuando menos te lo esperas.
Ella está sentada al final de la barra. Los labios rojos. Tacones altos y el cubata a medio terminar. Ojos verdes. Pupilas rotas.
-Ponme otro. (Que ha vuelto a sonreir por otra.)
Él está sentado en el otro lado de la barra. Barba de tres días. Traje y corbata. Ojos oscuros. Misteriosos.
Se acerca a ella.
-Invito yo.
(...) Y cuando menos te lo esperas llega un capullo que te hace olvidar al capullo anterior.
30 junio 2013
Unos ojos que buscan algo, o a alguien quizá.
Sus ojos marrones, que al llorar se ponen verdes (y últimamente siempre son verdes.) Las lágrimas que ya se saben el recorrido a la perfección. Los labios, rojos, en un intento de parecer fuerte tal vez. Con su vestido y esos tacones de vértigo. Pero ella el único vertigo que siente es de otro tipo. Del tipo que te da la vida y te la quita al irse. Sonríe, pero solo lo hacen los labios, sus ojos siguen verdes.
Unos ojos que buscan algo, o a alguien quizá. Pero baja la cabeza, porque sabe que no va a encontrar una mirada como la suya.
Mira a toda esa gente que la rodea, parece como si estuvieran a kilómetros y tan solo están a unos pocos metros. Y vuelve a confundirle. Últimamente le pasa siempre. Le ve entre la gente, pero nunca es él. Le parece oir su risa, pero ni siquiera es parecida.
Y ahí siguen esos ojos verdes, buscando a la única persona que puede volverlos marrones.